LA MECEDORA
A veces resulta fácil. La mañana estaba nublada, pero un rayo de luz se coló por el lateral de la galería. Solo duró un instante. Y la foto cobró vida.
No hay nada que ver afuera, el gran magnolio ciega la vista del paisaje, solo queda mirar hacia dentro.
La casa no tiene nombre, la conocen como “la casa grande”. Es algo especial, la veremos pronto.
Llevo tres días seguidos de ventanas en este blog, empieza a ser algo patológico.
Bueno Alejandro, yo me subo la mecedora a la galería de la torre de Villa Rosita y espero a que las
nubes me acerquen el aroma de la Ría del Eo. No me importaría quedarme una tarde entera
allí sentado vigilando al sol y esperando que el atardecer tiña de rojizo el cielo de Castropol.
Oscar, me parece una buenisima combinación en la que no había pensado. Desgraciadamente no pude elegir el momento de estar allí arriba, los atardeceres tienen que ser espectaculares mezclados con el lento vaivén de la mecedora.
Preciosa foto, Alejandro! Qué paz transmite!
Patricia, lo vi de lejos, a través de las puertas abiertas dos habitaciones más allá. Llevaba un buen rato haciendo fotos en la casa cuando un rayo de sol se coló en la galería. La casa se transformó, solo por unos instantes.
Bonita fotografía, me gustan mucho esos muebles thonet, y respecto a las ventanas… me sorprendieron las de la foto en Villa Rosita. Esas ventanas de guillotina, las vimos también en una casa de ¿ Boal?.. no me acuerdo ahora mismo. Un saludo al personal.
Efectivamente Ramón, en Boal hay varias casas con ese tipo de ventanas. En Villa Rosita solo las pusieron en el mirador, a semejanza de otros miradores de Castropol. Saludos.
Me gustan mucho tus fotografías de ventanas.Tienen magia ,porque nos trasladas al lugar interno de la casa desde el cual sus moradores contemplaban el exterior. Justo el lado contrario que estamos acostumbrados a ver el resto de los mortales , cuando admiramos la casa pegando el morro a la verja. La realidad se ve totalmente distinta dependiendo donde te posiciones, ¿no crees?
Esta fotografía, además, rinde homenaje a un mueble icono . Porque si hay una pieza dentro del mobiliario de una casa indiana que la identifique como tal ,esa es ,sin duda alguna ,LA MECEDORA.La reina de la casa.Yo creo que no hay casa indiana «que se precie» que no tenga su palmera en el exterior y su piano y mecedora en el interior.
Tienes buen ojo,por cierto ,porque,si no me equivoco ,has fotografiado una auténtica Thonet ,considerada una obra maestra por haber logrado su autor el dominio de la curva en la fabricación industrial del mueble, impensable allá por finales del XIX. Esta mecedora es la precursora de las actuales de todo el mundo. Ahí es nada…..
Yo quiero una por favor….
Saludos
Nicolás, vi por primera vez mobiliario Thonet en dos casas de Llanes cuando estaba con uno de los libros, y me parecía que esta mecedora también lo era. En realidad mi ojo se fijó en la luz, que convirtió la escena en algo evocador. Por lo demás, en la casa falta ya el piano, tiene dos palmeras, y algunas estancias que se conservan estupendamente. Yo sigo «pegando el morro a la verja» pero, de vez en cuando, consigo llegar hasta la cocina. Un saludo.