IMAGINANDO UNA CASA
Si tuviera que elaborar una guía sentimental sobre lugares con sabor indiano, incluiría este pequeño rincón de verja y palmeras pero sin casa.
No sé por qué, pero vuelvo aquí una y otra vez como si pensará que algún día encontraré en pie esa construcción que nunca vi y que jamás estará.
Nostalgia, seguro.
Será por las palmeras enfermas, o por la verja que ha empezado a curvarse y a tirar de los pilares, o por esa luz que encuentro cada vez que voy, filtrándose mansa como si atravesara ventanas.
Antes de irme con la música -del blog- a otra parte de Asturias (he dedicado las últimas entradas a esta zona de Ribadedeva) quería visitar de nuevo el lugar de Constantino Noriega, un indiano víctima de las venganzas de la guerra civil que vio su casa arrasada por el fuego.
Roberto -en su blog- consiguió una foto desvaída de cómo era entonces. No me extraña esa torre, entiendo su afán por dominar este paisaje.
PD: Mis disculpas a Maite y a otros que pudieron ver desaparecer este post que subí ayer o pincharon en un link que no funcionaba. Sin mi conocimiento, el informático hizo una actualización de WordPress casi al mismo tiempo y como resultado la entrada desapareció en el limbo. Me llevan los demonios!!! Había escrito la mayor parte del texto directamente en el gestor de contenidos, solo tenía apuntes en una libreta de lo que pretendía. Pero ya está rehecho con otras palabras y las mismas fotos. Mil perdones.
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