CIEN AÑOS Y MÁS
Por todos los rincones de Villa Luisa hay marcos de fotos con recuerdos familiares.
Hombres maduros, mujeres de luto, niños rechonchos en brazos de institutrices e imágenes de la emigración.
Nada extraño cuando se quieren conservar cien años de historia de una familia.
Esos retazos de varias generaciones -retenidos entre los cuatro lados de un marco- es lo que celebramos hoy.
Gracias a Ignacio Prieto, descendiente del indiano, te muestro fotos recuperadas para celebrar el centenario de la casa en 2006.
Ya conoces Villa Luisa, en Prado, Caravia.
Esta casa de verano -construida por el indiano a su regreso de Cuba- se convirtió en el lugar de reunión de toda la familia.
La fachada de la casa fue testigo del paso de diferentes generaciones, posando siempre en su escalinata de entrada.
Cambios de indumentaria y rostros que envejecen o desaparecen. Treinta y cinco años separan estas dos imágenes.
El indiano, Ramón Prieto, y su mujer, Luisa, con dos de sus nietos en su villa de Caravia.
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