LA ESCUELA DE LA REAL COMPAÑIA
Entre 1880 y 1922, se crearon en Asturias cerca de 350 fundaciones para promover la enseñanza en las escuelas.
Fue un fenómeno singular llevado a cabo tanto por colectivos como a título individual.
En esa ingente tarea tuvieron gran protagonismo los indianos.
Así surgieron instituciones tan reseñables como la Sociedad de Instrucción de Naturales de Boal o, a nivel personal, la escuela de Colloto promovida por José Rodríguez, la de Riberas de Pravia fundada por Marcelino Rodríguez o la impulsada por Eduardo Jardón en Viavélez.
Todos ellos realizaron importantes donaciones para edificios, maestros y material pedagógico.
Al margen de esta gran iniciativa indiana, hay al menos otros dos proyectos singulares.
ESCUELA DE LA REAL COMPAÑÍA DE MINAS
El primero es el de los hermanos Selgas en Cudillero, quizá el más ambicioso en dotación económica, y el segundo es el que te presento hoy, llevado a cabo por una empresa.
La Real Compañía de Minas, situada en Arnao, concejo de Castrillón, inauguró esta escuela en 1912.
Aunque lo más llamativo sean todos estos edificios, sus patronos no se limitaron a poner dinero. Se implicaron haciendo viajes a otros países para conocer los más novedosos sistemas educativos.
Muchos de ellos albergaban ideas regeneracionistas y deseaban modernizar la enseñanza para que fuera el motor de un reformismo social.
La iniciativa pedagógica que llevó a cabo la Real Compañía de Minas en Arnao se basó en el modelo de escuela activa del Padre Manjón, quien la había puesto en marcha en Granada, llamando la atención de muchos intelectuales de la época, entre ellos Miguel de Unamuno.
Era una enseñanza basada en la intuición, muy práctica, volcada en desarrollar en los alumnos el espíritu de observación.
LECCIONES AL AIRE LIBRE
De todo aquello queda una interesante colección de lecciones al aire libre -construidas en torno al edificio- sobre matemáticas, geografía, gramática, etc.
Merodear entre estos libros es una autentica gozada, un viaje directo a la infancia.
Arnao es un lugar pequeño pero con mucha historia. Desde las casas que se hicieron para los obreros de la calle de La Fábrica, hasta la Casona, al borde del acantilado y donde se dice hay fantasmas. La mina, la playa, la fábrica de zinc, el antiguo economato, el túnel que va a salir a Salinas, todo muy interesante. Y ya si conoces a la gente de allí y te cuentan la historia, muy recomendable la visita.
Totalmente de acuerdo, es una visita muy recomendable con mucho por ver. Precisamente acaban de terminar la rehabilitación de estos elementos didácticos en la escuela. Ahora se pueden apreciar mucho mejor.
Me encantan las escuelas antiguas como esta ,en donde conviven magistralmente la sencillez, lo funcional , la elección de materiales y el estilo .
Lo de las lecciones al aire libre es ya la excusa perfecta para contemplarlo en directo .
Es un conjunto magistral .
SALUDOS
Te gustará, y si puedes hazlo coincidir con la visita a la mina, es muy interesante y está a quinientos metros de la Escuela.