ESCENAS EN UNA CALLE
La calle San Francisco de Avilés rebosa encanto e historia, muchos mundos encerrados en pocos metros.
A finales del siglo XVI, la traída de aguas al centro de Avilés permitió la construcción de varias fuentes públicas que aún se conservan. La más célebre es ésta de seis caras entre sorprendidas y aburridas, con el agua saliendo por sus bocas.
En un lado está el Palacio del Marqués de Ferrera (s. XVII), de estilo barroco, convertido hoy en hotel de 5 estrellas.
La portada del que fue convento de San Francisco hasta el siglo XVIII y la iglesia de San Nicolás de Bari a continuación.
Al otro lado está la hilera de casas construidas hacia 1900, entre ellas la de Manuel del Busto que te enseñé ayer, con soportales y balcones casi uniformados.
Al fondo de la calle aún quedan algunas casas bajas de un Avilés más antiguo y, sobresaliendo, la torre del Palacio de Balsera que cierra la calle.
La calle San Francisco reluce tras unos trabajos de limpieza que concluyeron con el Palacio Balsera, está cargada de historia y de edificios interesantísimos, no hay uno en esa calle que no merezca la pena.
Eso es lo que he intentado reflejar aquí, una zona fascinante.
Esta zona de Avilés es realmente bonita. Un turista despistado que visite la ciudad por vez primera, como ande un poco perdido, no puede llegar a imaginarse lo que tiene por descubrir si camina un poco más allá…a la vuelta de la esquina. A mi me ocurrió hasta hace no mucho (y no me considero una turista, ya que vivo no demasiado lejos de aquí…).
Como siempre Alejandro, unas fotos fantásticas. Les das un toque de…¿magia, encanto?. No lo sé, pero me gustan y mucho.
Gracias Lena, creo que te pasa lo mismo que a muchos asturianos (yo incluido), hemos tardado en descubrir Avilés.