EN UN TIEMPO DE CENEFAS
Cuando escribo la palabra guardamalleta en el buscador de mi archivo fotográfico, aparecen -divertidos- preciosos bordados en la pantalla.
Son esos encajes de madera que cuelgan de las cubiertas como guirnaldas en una fiesta infantil.
Porque la guardamalleta reviste las casas de celebración, de inocencia y ceremonia antigua, como estrenar zapatos un domingo por la mañana.
Solo cuando el chalé es un cadáver la guardamalleta se convierte en lágrima, en una partitura sobre un piano roto.
Adorna igualmente garajes y establos, o se pone del revés como en esta construcción de la Casa Mori.
Cuando la miras de cerca parece un mensaje cifrado, guardando celosamente la historia oculta tras las pequeñas ventanas que protege.
Una magnifica recopilacion, de estas pequeñas obras de arte, que parecen encaje de bolillos. Yo siempre las habia denominado asi, hasta que leí la que tú les dabas. Como ,dice Martin; es una pena, que algunas estén en mal estado por falta de mantenimiento.
Preciosas las fotografias, que muestran el deterioro de Casa Maribona, y me ha producido una gran tristeza, su abandono.
Sobre la Casa Maribona lo que nos llama la atención a todos a estas alturas es su resistencia, no sé de verdad cómo no está ya en el suelo. Asombroso.
No sé que me gusta más del reportaje; las guardamalletas, las fotografías o la prosa del autor. Bello
Gracias Nilsa, ahora siempre estoy «a la caza» cuando veo una casa adornada con guardamalleta. Un saludo.
¡ Vaya reportaje fotográfico…!, ¡magnífico !. Es la antología de la guardamalleta, filigrana, remate, adorno, lambrequín, cresteria, puntilla, lágrima, guirnalda, cenefa, bordado, filtiré,…da igual cómo lo llamemos. Todas son palabras bonitas para definir algo bonito. Aunque recuerdo una que empleaste en una ocasión y que me gustó especialmente : «toquilla».
SALUDOS
Cuántas palabras! Me sigue gustando mucho lambrequín por su sonoridad.
La primera palabra que se me ha ocurrido es precisamente esa: PRECIOSO…
A mi gusto, uno de tus mejores reportajes, Alejandro, tanto por las fotografías como por lo evocador del texto.
Con mayúsculas, Arte en estado puro… y en Asturias 😉
En Asturias!, ya podemos seguir presumiendo.
¡Precioso el recorrido! Efectivamente a mí también me recuerda al encaje o al dulce adorno de una tarta. En cualquier caso a «la guinda del pastel». No sé qué pensaría el indiano cuando eligió esa guardamalleta tan elaborada para su garaje, imagina sus vecinos… Por otro lado veo que es un elemento frágil si no tiene un mantenimiento frecuente, de ahí la pena terrible de esas decoraciones perdidas ¿para siempre? El tiempo dirá. ¡Gracias!
Sí, con este clima es demasiado frágil y no debe de ser fácil restaurarla a su estado original.