EN TIEMPOS DE MARTINO
Quizá es que, de alguna manera, me tranquiliza saber que aún sigue ahí después de 120 años.
Le ha cambiado la cara, si, pero a quién no después de tantos años y tantos avatares. Cuando José me mando estas dos fotos antiguas de Casa Martino (1894), en Vallobal, concejo de Piloña, no pude resistir la tentación de saber si seguiría en pie. Me cautivó además la calidad de las dos fotos, el interior de la tienda, e incluso el burro y la bicicleta.
Y allí estaba, la casa de un indiano de esos de capitalito, que a la vuelta de Cuba con unos ahorrillos puso casa en su pueblo natal, con la tienda de abarrotes en la planta baja. Nada del otro mundo, sólo una vida digna en tiempos de escasez.
Qué alegría me dio verla, constatar que ha sobrevivido al furor de la pala excavadora.
Martino, va por ti!.
Mi abuelo Ramón Martino nació en Vallobal en 1851, luego emigró con su familia a la Argentina en 1889, entre varios hermanos que quedaron en España uno nacido en 1865 se llamaba Jose María Martino y me gustaría saber si era el dueño de ese hermoso comercio. Si alguna persona de este foro es capaz de orientarme donde puedo obtener información o sobre contactar a sus descendientes le quedaría muy agradecido, saludos cordiales.
Hector, yo no puedo orientarle, pero espero que consiga encontrar la información. Un saludo.
Tengo querencia por esta zona por motivos que ahora no vienen al caso. He paseado en alguna ocasión por la zona, pero no recuerdo esta casina (por cierto monísima, sin pretensiones y tan sencilla). Habré de volver y buscarla, siempre se descubre algo nuevo en posteriores visitas. Me ha chocado y mucho, la gran nitidez de la última foto, a pesar de los muchos años transcurridos…
Lena, las dos fotos son de una gran calidad para lo que se suele encontrar. La casa pasa desde luego desapercibida, en cuanto a las edificaciones indianas es una más del montón, pero la comparación me tentaba demasiado.
A mí también me encanta ver que sigue ahí, aún vivida, con un lavado de cara que la ha dejado con un aspecto muy acogedor, y las fotos antiguas tan interesantes, la última foto me fascina con todos sus detalles y muy especialmente llama mi atención el personaje del lugareño que emana un aire de dignidad que se me figura un viejo hidalgo arruinado a pesar de su indumentaria con boina, traje de pana y madreñes más propia de un simple aldeano. Gracias a tí y a José por compartir todo esto!
Es cierto Ana, el «personaje» de la tienda es muy interesante, seguro que se sentaba ahí a menudo para tomar «un vaso».
Me alucina la última foto, con sus detalles y hasta El Comercio. Dentro de los detalles, me quedo con ese tipo de copitas de licor, que he visto no hace mucho y también de la zona ; la lamparita esmaltada , y cómo no… la bici que parece tener los puños de madera y freno a contra-pedal. Saludos.
Ramón, hace tiempo que sé que tienes madera de investigador, se te da bien. A mi me encantan las fotos de los interiores de estas tiendas, sus mostradores bajos, y por supuesto los personajes, todo un mundo repleto de detalles.