EN OTRA VIDA
Al contemplar esta foto, imaginé inmediatamente otra vida como afamado retratista, haciendo reverencias a los distinguidos señores y besando la mano de las distinguidas señoras en la puerta del estudio…, hace un siglo.
Pero el autor de este precioso retrato no soy yo, salvo que por entonces me llamara Gustavo Freudenthal, cosa que dudo.
Lo importante es que es un retrato de parte de la familia de doña Socorro. En él aparecen dos de sus hijas, Isabel (a la izquierda) y Socorro (en el centro con su hija en brazos), algunos nietos y otros parientes. Tuvieron el detalle de incluir -en la mesa- un portarretratos con la imagen de doña Socorro (parece el retrato realizado por Kaulak).
El fotógrafo demuestra un gran oficio en la composición. Sorprende que estén todos mirando hacia su derecha, supongo que tenía algún truco para retener brevemente la atención de los más pequeños.
Espero que hayas tenido una Semana Santa agradable. Yo estuve fotografiando de nuevo las procesiones de Villaviciosa, y espero mostrarte algo de eso aquí.
Gracias como siempre a Isabel -bisnieta de doña Socorro- por compartir sus tesoros. La gran historia de doña Socorro se hace cada vez más interesante.
Espero que no te parezca osado por mi parte Alejandro, meterme en el mundo que tú eres experto y profesional. Gustavo Freudenthal tuvo estudio fotográfico en la calle Coso de Zaragoza, el 04/09/1907 obtuvo el diploma de honor el concurso fotográfico de Haro, aunque algún miembro del jurado consideraba consideraba mejor algún retrato de otro participante no profesional, aprendió en una galería fotográfica de Madrid, fue miembro de la Cámara de Comercio de Zaragoza, de tal modo que se le mando en una expedición comercial a Marruecos, realizó una coleccíon fotográfica en diciembre de 1908 al acompañar a las personalidades en la inaguración de las obras del túnel ferroviario de Canfranc, o fuera de servicio. Cónsul honorario de Alemania en Zaragoza. Espero perdones mi osadía Alejandro.
La foto tiene su mensaje oculto. Está hecha en Zaragoza. Es un retrato de dos hijas de doña Socorro con sus maridos aragoneses, que por cierto eran hermanos, con sus suegros y los hijos habidos hasta la fecha. Probablemente doña Socorro no pudo acudir a Zaragoza y colocaron su retrato en el centro como demostracion de que en espiritu estaba entre ellos.
Gracias Isabel, en cuanto pueda me encantará publicar aquí el último tesoro que me mandaste. Un saludo.
Una gran foto , y diría que es la misma de Kaulak . No le debió resultar fácil al fotógrafo , concentrar a todos los personajes…, aunque supongo…, que cada fotógrafo tenéis vuestros método de «distracción «.., jaja. Saludos a todos
Ramón, parece claro que es el retrato de Kaulak. Hasta la fecha es el único retrato «formal» de ella sola que he visto.
La foto es, como ya han dicho, verdaderamente evocadora, riquísima en detalles. Me gusta el detalle exótico de la kentia, tan de moda en aquella época, en contraste con la formalidad europea de la alfombra. El gesto de poner el retrato de Doña Socorro me parece precioso, ella siempre tan presente. ¡Gracias!
Y a mi me gusta también mucho el fondo pintado. Es un recurso que nunca ha dejado de emplearse en fotografía, aunque con motivos más abstractos.
Un apunte sobre el fotografo.
Gustavo Freudenthal (1869-1948) obtuvo el titulo de «Proveedor de la Casa Real» en 1905 y se instaló en Zaragoza de 1906 a 1930 en que transpasó su estudio al fotografo aleman afincado en San Sebastian, Willy Koch. Su actividad como fotografo fue principalmente el retrato de la sociedad aragonesa de la epoca. Fue consul aleman en Zaragoza lo que le permitio acompañar y fotografiar a Albert Einstein en 1923 en su visita a la ciudad. Su archivo desapareció, pero en 2012 gracias a la aportacion de particulares se reunieron 175 fotos que se expusieron en Zaragoza con la asistencia de algunos de los descendientes del artista.
Gracias Isabel. Guardaba esta foto que me enviaste hace un tiempo como un pequeño tesoro, pensando siempre en publicarla aquí. No conocía la obra de Freudenthal pero, a tenor de esta foto, me parece un destacado retratista.
Y nosotros nos volvemos locos con megapixel, cámaras reflex digitales, etc. Un poquito de abertura, de velocidad, de composición y un mucho de buen hacer por parte del fotógrafo. Espléndida y evocadora.
Un saludo Oscar, me encanta verte por aquí.
Como nos gustan estas fotografias, que muestran distintos momentos vividos por estas familias tan carismaticas y llenas de glamour. Hay que dar las gracias a Isabel una vez mas, porque hacerte llegar todo el material que tiene de su familia, es un bonito detalle.El gran tamaño de la foto, permite apreciar perfectamente los rasgos, detalles del vestuario, y casi el mohin de los pequeñuelos.
¡¡Preciosa!!
Mª Luisa, Isabel es una caja de sorpresas. Esta foto me la mandó hace tiempo y no encontraba el momento propicio para ponerla. Tampoco es que necesite un momento especial, pero quería destacarla así, sola.
Me encanta la foto,esa pose tan formal de todos,hasta los bebés enfundados en esos trajes como de cristianar o de bautizo,que no sé como no se asfixiaron con tanto vestido.y la niña con su muñequita de porcelana,también ese detalle de poner la foto de Doña Socorro,gracias Alejandro,me ha gustado mucho la foto,tienes que poner más.
Ignacio, te has fijado en la muñeca! Seguro que la niña se negó a soltarla y quería salir con ella en la foto.
Quizá los cinco niños de esta formidable foto sean los mismos que posan en torno a una mesita -ya adultos jóvenes-, en una entrada del blog de enero de 2013.
De nuevo, los regalos de Isabel – cuidadosamente dosificados- nos abren las mirillas para seguir atisbando momentos de su familia, que ahora es también un poco nuestra. Y siempre -curiosa idea la de «la foto en la foto»- con Doña Socorro como eje central, literalmente.
¡Muchas gracias, Isabel!
Maite, me encanta este retrato -más allá de la relación con doña Socorro- por sus aspectos formales, y ese fondo pintado con casa incluida.
Alejandro , sin duda alguna es una bella fotografía, todos se ven tan formales, hasta los mas pequeños, por lo que concluyo que la belleza tampoco tiene época, solo existe … un saludo desde México.
Estoy de acuerdo Victoria, la belleza es eterna, y con la distancia del tiempo las cosas adquieren una capa de emoción.