La casa dormita en medio de un paraje industrial, entre bloques de viviendas obreras y las instalaciones de una mina ya cerrada.
En el ocaso, con las nubes color plomo cada vez más bajas, es difícil imaginar un tiempo remoto repleto de actividad.
Aquí mismo, hacia 1870, el patriarca de la familia Figaredo obtuvo su primera concesión minera en lo que fue el comienzo de la historia de una de las sagas más relevantes de la burguesía industrial asturiana.
Uno de sus hijos, Vicente Figaredo, encargó al arquitecto
Enrique Rodríguez Bustelo la construcción de esta mansión cuando la mina estaba en su máximo apogeo, al final de la Primera Guerra Mundial.
La casa no se terminó -ignoro los motivos- hasta doce años después, en 1929.
Este gran chalé -casi al pie de las minas que regentaban- es de estilo ecléctico y está inspirado en los palacetes centroeuropeos. Destacan los muchos volúmenes en forma de cuerpos cilíndricos y la cubierta de formas caprichosas.
La familia vivió en él hasta 1977 cuando -con el inicio del declive de la minería- la empresa se vendió al Estado. Situado en el pueblo de Figaredo (Mieres), ahora es propiedad del Ayuntamiento de Mieres y está abandonado desde hace tres años. Antes albergó una oficina de la Universidad de Oviedo, por lo que no queda nada de su interior original.
Minas de Figaredo, cerradas definitivamente hace unos años.
Al hilo del comentario de Lena , la conocía también de verla » en marcha » , algo no muy recomendable. La verdad es que aquí se pueden observar los detalles tranquilamente. Por cierto , los cables colgando por su fachada, hacen daño a la vista. Un saludo.
Si sólo son los cables todo va bien, Ramón.
Pues yo, a diferencia de los que habéis escrito anteriormente, la he identificado desde el primer momento (de lo cual me siento bien orgullosa).
Ayuda el que pueda verse desde la carretera y como una no conduce, si no que la llevan, pues es de gran ayuda a la hora de disfrutar del paisaje…;)
Hay que reconocer Alejandro, que sabes sacar partido de un entorno tan hostil (como elegantemente lo define Martín) por no decir horrible, ya que en tus fotos, no sale solo bonita la casa (que lo es) si no que no parece ubicarse donde realmente está, como digo un sitio bien feo, mires como lo mires.
Como comenta Paloma, queda pendiente que te mande una información que creo te pueda resultar de interés.
Lena, hay algunas cosas alrededor de la casa poco lucidas, pero ya sabes cómo es esto de las fotos: lo que cuenta es lo incluyes, no lo que dejas fuera.
Es de suponer que una construcción de este calibre sea un referente arquitectónico en la zona. Estoy recordando que hace poco estando en Langreo , en el hotel del mismo nombre, había en frente una casa con un toque centroeuropeo que tenía toda la pinta de haber sido residencia de algún cargo directivo minero. Asociando imágenes me doy cuenta ahora que, salvando las distancias, bien podría haberse inspirado en esta mansión.
Muchas veces hemos visto cómo los promotores de este tipo de casas toman modelo de revistas o tratados de arquitectura de países europeos. A su vez, los lugareños toman como referencia esas casas exóticas aparecidas , como por arte de magia , en sus pueblos.
Si me permites contaré una curiosidad al respecto, aunque me salga de los criterios del blog: en pleno corazón de Colindres , pueblo costero Cántabro, existe un delicioso palacete indiano llamado «Villaluz». Exótico al igual que la casa Figaredo y superviviente del acoso especulativo de alrededor. Pues bien, este pueblo pesquero e industrial ha sufrido un enorme crecimiento inmobiliario en los últimos treinta años . Hoy es el día que quien sepa darse cuenta observará que la mayoría de las esas construcciones – bloques de viviendas de muchas alturas y con escaso interés- repiten modelo arquitectónico . Llaman la atención , por ejemplo, sus cubiertas , todas ellas con mansarda ; como queriendo homenajear a la casa en cuestión ( muy del estilo a la casa figaredo).
Es el efecto mimético que probablemente también se experimente en otras zonas de la cuenca minera.
SALUDOS
Nicolás, en Langreo, frente a lo que pueda parecer, hay una serie de casas bastante interesantes fruto sobre todo de las primeras industrias que se establecieron en la zona a finales del XIX. Voy a mostrar una aquí en el blog que me gusta mucho.
Cierto. Toda una sorpresa en las Cuencas. Me encanta descubrir nuevas aportaciones. En breve supongo que te comunicarán una que hicimos recientemente (se encargaba Lena de ello). Y ahora mismo me voy a poner a buscar otra en el blog por la que tengo mucha curiosidad y no sé si has fotografiado.
Ésta que nos presentas resulta muy elegante y con muy buen porte desde el exterior. Chocaría aún mucho más al situarse en las Cuencas por el abismo social entre sus propietarios y los trabajadores.
Añadir que es una pena que porque albergase una oficina de la Universidad de Oviedo tuvieran que «cargarse» el interior. ¿Resultaba tan incompatible?
Muy interesante el libro que cita Maite. Habrá que apuntarlo. Gracias Maite!
Paloma, ya sabes que en este blog nos encanta compartir descubrimientos, así que ya contaréis.
Uno de los muchos libros que tengo pendientes de leer es «El palacio azul de los ingenieros belgas», de Fulgencio Argüelles. Obtuvo el Premio de Novela Café Gijón en 2003. Se desarrolla en las cuencas mineras, en las fechas anteriores y posteriores a la Revolución de octubre de 1934 en Asturias, y con el Chalé de Figaredo como telón de fondo.
Busqué información sobre este edificio a raíz del título del libro, y me pareció -como a Martín y a Nicolás- que la palabra que mejor lo define es «elegante». Tiene clase, distinción… Es una construcción muy impactante en un ambiente tan duro, tan difícil.
Y me gusta mucho. Lástima, de nuevo, de otra joya de la arquitectura que ha perdido su carácter interior y cuyo destino es incierto…
Tus fotos me han dado ahora una visión mucho más próxima, y se agradece poder apreciar los detalles. Estupendas.
Gracias Maite, qué título tan bonito el del libro que mencionas. Ahora mismo me da la sensación que la casa es una carga para su propietario (Ayuntamiento de Mieres) que gustosamente se quitaría de encima (alquilar, vender, mirar para otro lado). Pero ahí está, y es preciosa.
De la misma manera que a Martín…!!vaya descubrimiento ¡¡
Una casa con mucho porte y muy elegante. Podría decirse que salida de Baviera y no de la cuenca minera.
Me encanta ese tejado anárquico , que parece el muestrario de todas las opciones posibles de inclinaciones y formas en una cubierta .
Son un placer estas sorpresas…¡!
SALUDOS
Nicolás, tienes pendiente ese viaje por cuencas mineras, te auguro muchas sorpresas.
Bueno, gracias por este descubrimiento (para mí). No tenía ni idea de esta obra de Bustelo (después de la obra completa de Del Busto podría haber un tomo para Bustelo, jeje). Parece una gran obra, muy elegante y cuidando las referencias cultas. Al menos está impecable por fuera. Una vez más una casona en entorno hostil.
Martín, la obra de Bustelo parece inabarcable, cada día aparece una nueva firmada por él.