EN EL FONDO DEL PLATO
No fue totalmente casualidad que unas piezas de esta vajilla inglesa Pickman con la silueta de Villa Vicentina llegaran hasta mi estudio.
Resulta que hace dos meses me puse a hacer las fotos de unas recetas de cocina que Isabel, indiana de Llanes emigrada a México, había ido escribiendo en dos pequeños cuadernillos a principios del siglo XX, y que aún se conservan.
Son más de 90 recetas que mezclan la cocina tradicional con las influencias de la comida méxicana de una familia acomodada de 1900.
Para hacer las fotos reunimos attrezzo de muchos sitios, en gran parte cosas que guarda la familia de la indiana y que me prestaron para las sesiones. Entre ellas estaban estas sorprendentes piezas de la vajilla de Villa Vicentina que te muestro aquí. También buceamos en anticuarios para localizar otros elementos de época.
Ya he terminado el trabajo (ver la foto del helado de chocolate) y quiero preparar un libro muy indiano que une el recetario con todas las cosas maravillosas relacionadas con la cocina de las distintas casas que he fotografiado: comedores, aparadores, vajillas, cristalerías, juegos de café, etc.Ya te contaré cómo progresa…
Ya te contaré cómo progresa…
¡Idea muy buena y originalísima!. De algun modo darás vida a esa parte de la historia de los indianos, a sus cocinas, menajes, etc. Por mi parte sólo pedirte un favor, centrate más en los postres, llambionadas,… es decir, que las copas de chocolate (o eso parecen aunque con la nueva cocina podría tratarse de cualquier cosa) me parecen una muy buena forma de terminar una comida familiar. Un saludo
Sin favor, Oscar. La señora Isabel le encantaban los postres, y un tercio abundante del recetario son dulces: rosquillas, buñuelos, brazo de gitana, helados, natillas…
Bueno, ya sabes que fue desde la más absoluta inocencia… jejeje. La vajilla es preciosa la verdad, lo único que no me gusta de todo esto es el nombre de la casa. Eso era «amor de marido».
La casa aparece nombrada como Villa Vicenta, aunque la vajilla pone Villa Vicentina, supongo que es cuestión de grados de intimidad. Era peor lo de «palacio del coju», como se referian en Llanes a esta casa con mala leche.
Recuerdo aquella entrada de las recetas y la fotografia de la indiana que las preparaba. Me encanta la vajilla, con ese color beige rematada en verde, y muy graciosas las fuentecitas que parecen un riñon. Habiamos visto distintos detalles, tanto personales como decorativos de esas maravillosas casas, pero nunca la casa misma del indiano plasmada en una vajilla; si sus iniciales, como tu comentas, pero nada mas. El colofon a esta entrada, es ese chocolate que tambien a mi me va a hacer ir al frigorifico a por un poquito. Esperare ansiosa ese librito aunando gastronomia, ambientes y comedores. Un saludo.
Gracias Mª Luisa. Mencioné esta idea hace tiempo, en una entrada para suscriptores, y ha tardado en coger forma, y esperar a terminar la primera parte de palacios, pero estoy en ello con ilusión. Un saludo.
Esa vajilla ha sobrevivido a la casa , que ya tiene su mérito. Estupendas fotos… creo que ese chocolate me va hacer visitar la despensa !
Entonces la foto vale, te ha hecho la boca agua.
Madre mía, ¡lo tuyo es un no parar de crear! que gusto ver gente así y que gusto ver una vajilla de aquella época. Yo estoy enamorada del menaje de cocina y de comer de la época. Cuando voy a anticuarios me hacen los ojos chiribitas. ¡Qué suerte tienes de trabajar así de bien!
Vanessa, creo que resumes muy bien la intención, juntar recetas de una indiana con menaje, comedores, ambientes…
¡¡Aquella idea va tomando forma!! Será un libro apetitoso en todos los sentidos. Si necesitas más piezas antiguas lo mismo te puedo prestar algo…
Martín, ayer me reventaste la exclusiva de la vajilla, pero te perdono, ja,ja. Fue una gran sorpresa, había visto muchas vajillas con las iniciales del indiano, pero nunca una con la casa reproducida en ella. Eso es amor de…padre.