EL PARAÍSO PERDIDO III
Hay casas que no puedes dejar de admirar incluso en su más absoluta decadencia, tienen ese atractivo imperecedero difícil de explicar que te hace parar a verlas.
Esta casona de Tornón, en el concejo de Villaviciosa, está al borde de la carretera que va hacia la playa de Rodiles y al pequeño rincón de Villa Misiego.
Según Roberto, que todo lo sabe de estas cosas, la casa perteneció a la familia Cavanilles, fue reformada en 1917 y vendida posteriormente al indiano emigrado a México Rafael Venta.
Nota: el blog está completamente restablecido y te agradezco de nuevo los ánimos y la paciencia. Si encuentras algo que todavía no funciona por favor escribe a info@edicionesnuevedoce para poder corregirlo.
Un rayo de sol y tus espléndidas fotos consiguen que estas casas en decadencia total tengan una belleza inexplicable y que aún parezca que pueda haber esperanzas en su recuperación. Un abrazo, Esther
Esther, resulta extraño que lo está tan deteriorado guarde una belleza diferente, y que la ruina pueda llegar a ser hermosa…
Si tan decrépita como está en la actualidad resulta tan espectacular, como sería en todo su esplendor…Gracias por mostrarnos su interior.
Cierto, tenía que ser un casa espléndida.
Gracias Alejandro me sobrevaloras, ya sabes que la información es la que me cuentan , viene en los libros o encuentro en la red. Es verdad que lo que más me entretiene es ese aspecto e ir descubriendo rincones que incluso no me suenan ni de nombre, ya que con las fotos no puedo competir. Estamos a la espera del libro de cocina. Por una de tus entradas creo que coincidimos un día en Luanco y no nos vimos.
Un saludo
Roberto, ya sabes que te cito porque sigo tu blog fielmente y porque sé que tienes mucha paciencia para buscar la información, es una virtud que tengo que desarrollar más. También quiero que los que siguen este blog puedan seguir el tuyo, ambos se complementan. Curioso lo de Luanco, qué pena!, estuve varias veces seguidas por lo de la Casa Mori y el palacio de los Menéndez Pola. Un abrazo a ti y a Ascen y que sea hasta pronto.
Desolador, y lo peor quizás, que con la carretera al lado no tenga mucho futuro.
Coincido contigo, eso hace más difícil que alguien se interese por ella, está en el mismo borde de la carretera.
Que lastima, que casas tan hermosas lleguen a este estado. Desde Villa Excélsior, no habiamos visto otra en esas condiciones. Lamentable.
Está bastante mal, pero guarda todavía sus encantos.
Es una pena ver su estado, al mirarla por el retrovisor; da la sensación que te dice…. » no me olvides»… saludos.
Poco queda de la casa, y será difícil que alguien se haga con ella para restaurarla.Saludos.