EL CIELO PUEDE ESPERAR
El cementerio de La Carriona (Avilés) está entre los más bellos de España.
Así lo reconocen en el II Concurso de Cementerios de España, otorgando además la primera posición a este camposanto en la categoría de esculturas funerarias.
Esta impresionante escultura -para la cripta de la marquesa de San Juan de Nieva- es obra de Cipriano Folgueras (autor del monumento a Fernando Villaamil) y diseño de Armando Fernández Cueto (maestro de obras del chalé Maribona).
Representa a un ángel sentado sobre la tumba, que con la mano derecha sujeta la trompeta para el anuncio del fin de los tiempos y con la izquierda señala al cielo.
Y hablando de ángeles, yo destacaría también el que preside el panteón de Concha Heres en el cementerio de Grado.
Preciosas fotos ,y el sitio precioso,yo vivo en Aviles pero no estuve nunca alli.saludos
Pues este cementerio merece una visita. Además de esta escultura hay otros muchos panteones de gran interés artístico. Saludos.
Armando Fernández Cueto fue un Manuel del Busto. Hago la comparación porque fueron dos incansables y polifacéticos: uno a nivel local y otro a nivel provincial. Se rumorea que La Curtidora también es obra de Fernández Cueto y que la Azúcarera de Villalegre pudo ser obra de M. del Busto. No tengo duda que, con el tiempo, aparecerán las pruebas!
Por cierto, no tiene mucho que ver pero, ¿Sabías que la primera mujer en llegar en avión a La Coruña fue una sobrina de la marquesa de Argüelles en 1929? Todas estas hazañas son tan sorprendentes como que Méndez de Andés alquiló la Opera Garnier de Paris para dar una fiesta… suena increíble pero son tan cercanos estos personajes que da gusto saber de estas curiosidades.
Espectacular lo de Armando Fernández Cueto. Un hombre con poca formación académica per un talento natural extraordinario.
Lo de las anécdotas que mencionas, conocía la de Méndez de Andés, y nunca me canso de conocer esas pequeñas historias. Hacen más grandes estas figuras indianas que nos atraen tanto.
Barro para casa pero, honestamente, creo que merece esta distinción. Es una de las esculturas más bellas y de calidad que adornan los camposantos asturianos. La marquesa de San Juan de Nieva, a la que me gustaría ponerle cara, fue una mujer que encargó sus moradas a ilustres del momento. Si no me equivoco, es la misma que le encarga a Juan Miguel de la Guardia el palacete de la plaza de la catedral que está a la altura de la sepultura.
David, mi sorpresa fue descubrir que el diseño fue de Armando Fernández Cueto. Un hombre del Renacimiento!