EL CHIGRE MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO
El Chigrín de Malleza es -según asegura su dueño- el más pequeño del mundo.
Francamente, es diminuto. Mejor entrar de dos en dos y con orden para no chocar.
Además de comer y beber, incluye un escueto almacén de coloniales, lo justo para salir del paso (desde lejía a galletas casi todo es posible).
Pero hay algo más, El Chigrín es «territorio indiano». En su día pertenecía a la fonda indiana que está al lado, y era donde se guardaba el burro.
El mayor aliciente es sin duda su dueño, Paulino. Si vas por allí sácale el tema de los indianos, conoce anécdotas maravillosas. Él y yo nos echamos una parrafada que estoy deseando repetir.
Por cierto, cuando llega la noche, se apaga la tele y comienza otra vida…, el chigre se convierte en «L’Ambigu, pub rural».
Si al marchar, por alguna razón alcohólica, ya no lo ves tan claro…, tienes un indicador justo enfrente: a La Habana, 7250 Km. Suerte!
Un chigrin multiusos muy bien aprovechado. Hay que ver, la cantidad de productos que tiene en tan poco espacio.
El paisano sabe sacarle partido al local, diversificando su uso.
Mª Luisa, cuando pases por allí no dejes de sacar el tema indiano, merece la pena escuchar las historias de Paulino, su propietario.
He estado dos veces en Malleza, y nunca he reparado en el chigrin.
Cuando vuelva, no dudes que le sacare el tema indiano. Seguro que tiene mucho que contar.
Mª Luisa, yo creo que existe desde no hace mucho, quizás dos o tres años.
Yo hace seis años que no voy por Malleza. Por eso no lo he visto.
Me di cuenta por tu comentario. Paulino dejó el restaurante «Al son del indiano» en alquiler, y puso este pequeño chigre. Creo que se lo pasa mejor ahora.