ECOS DEL GRAN MUNDO
Y ese mundo es un pañuelo, o este blog tiene sus pequeños momentos de gloria, o ambas cosas.
Hace unos días me escribió el actual Marqués de Argüelles, Ignacio Ibáñez Bernaldo de Quirós, bisnieto de Mª Josefa Argüelles, la marquesa de la que tanto hemos hablado aquí.
Ignacio había comentado hace poco en una entrada anterior del blog, y yo le escribí para pedirle algunas fotos. Lo que sigue, con sus comentarios en letra cursiva, son unas espléndidas imágenes de lo que fue el Palacio de La Huerta en el Paseo de la Castellana, el lugar donde residió una de las más insignes indianas que haya visto Asturias.
«Te envío ocho fotos de «La Huerta», que es como se llamaba la casa de Madrid de mis bisabuelos, María Joséfa Argüelles y Diaz y Federíco Bernaldo de Quirós y Mier, Marqueses de Argüelles. Como sabes, derribaron la casa y en su lugar edificaron la embajada de Estados Unidos de América. Qué ironía que la casa de la hija y heredera del primer Marqués de Argüelles, que hizo todo lo que estuvo en su mano para que Cuba continuara siendo española, acabara siendo le embajada de los que hicieron que lo dejara de ser».
«Los datos que te pongo a continuación son aproximados. La compraron creo en 1898 a la viuda del político Cánovas del Castillo. y estuvo en su poder hasta finales de la década de 1940. La boda de mis padres se celebró allí a mediados de los 40. Mi bisabuela murió posteriormente en un accidente de coche en 1947 en Sevilla».
«En su casa estuvieron los personajes de su época, como Manuel Linares Rivas, Mariano Benlliure, Emilia Pardo-Bazán, políticos como Antonio Maura , el Conde de Romanones, el general Primo de Rivera y creo que también los Reyes y el príncipe de Asturias, como así mismo estuvieron en sus casas de LLanes y de Ribadesella en Asturias, el príncipe de Asturias, Alfonso y Alfonso XIII de cuyas visitas tengo fotos».
«Durante la guerra civil la casa estuvo bajo pabellón cubano dependiendo de la embajada de Cuba, recordemos que la marquesa era cubana de nacimiento, y por eso fue respetada y no saqueada ni destruida. En La Huerta se quedó bajo protección de la embajada cubana, su hija Amalia Bernaldo de Quirós yArgüelles. Salió un día fuera de esa protección creo que para visitar a algún familiar de su marido y fue detenida y asesinada posteriormente».
En que lugar de Cuba nació la marquesa?
Yo no sabría decirle, lo siento.
En la última entrada -por ahora- sobre la Marquesa de Argüelles, del 20 de mayo de 2015 (https://asturiaspordescubrir.com/articulos/la-marquesa-se-sincera/), ella nos habla de la finalización de las obras del palacio, y nos anuncia la exhibición en el comedor de La bailarina de Benlliure.
Es esta Bailaora que podemos ver en la foto nº 5.
Benlliure hizo una serie de ellas, que actualmente se reparten por museos y colecciones particulares. La Bailaora de La Huerta es muy similar a la mostrada en este enlace, aunque con cierta diferencia en la inclinación del antebrazo derecho. ¿O quizá es el ángulo de la foto? https://fundacionbenlliure.wordpress.com/cronologia/
Y, revisando con más detenimiento todas las fotos que le envió a Alejandro el actual Marqués, he descubierto la escultura en mármol de la Marquesa –también de Benlliure- que se subastó el año pasado.
En la segunda foto de interiores.
Maite, supongo que a Benlliure le gustaba el tema de la bailarina y realizó varias piezas similares. La casa de la Marquesa estaba bastante repleta de cosas, es difícil apreciar los detalles.
Una historia increible. El mundo está lleno de héroes anónimos que tendrian que salir de ese anonimato, aunque para muchos sea demasiado tarde.
Las guerras ponen también a mucha gente al límite de lo mejor de si mismos. Una historia preciosa.
Sé que sabemos cada vez más del Palacio de la Huerta y ha sido una suerte que el actual Marqués de Argüelles nos haya aportado más fotografías e información. Cuando se habla del Palacio, siempre se menciona, de pasada, que «durante la Guerra Civil estuvo bajo la protección de la bandera cubana, por lo que se evitó su saqueo». Pero detrás de esta frase hay mucho más. Una historia humana que he sabido no hace mucho, que todavía estoy reconstruyendo, y que me gustaría compartir en este blog. Posiblemente Ignacio Ibáñez Bernaldo de Quirós conozca algún detalle más que nos pueda contar, o tengamos la suerte de que -como Ignacio- algún descendiente directo de los protagonistas tropiece con estas páginas y nos cuente más detalles.
El protagonista de esta historia es Ramón Estalella Pujolá, nacido en Madrid, pero de nacionalidad cubana, hijo y nieto de indianos cubanos de origen catalán. Ramón Estalella es pintor e ilustrador gráfico. Estudia Derecho en Madrid. Vuelve a Cuba para hacer una exposición, e ingresar en el Cuerpo Diplomático Cubano. Al inicio de la Guerra Civil española lo encontramos como Encargado de Negocios en la Embajada de Cuba. Se acababa de marchar -por jubilación- Carlos Manuel de Céspedes, anterior Embajador, y el anunciado relevo -Rafael Iturralde- no pudo llegar dadas las circunstancias. En esta situación, Ramón Estalella tuvo que hacerse cargo de la Legación Cubana.
A las Embajadas y Consulados acudieron masivamente durante la Guerra personas de toda condición solicitando amparo. Al parecer, Estalella no negó a nadie la acogida, dio asilo diplomático y prestó ayuda a militantes de ambos bandos, transportó en su propio coche -conduciendo él mismo; con riesgo de su propia vida- hasta la frontera de Portugal a personas en peligro… La vida en el Palacio de la Huerta durante ese tiempo debió ser muy difícil. Los alimentos escaseaban -aunque parece que algo llegaba vía diplomática- para tantas personas, muchas, amparadas por Ramón Estalella. Se le ha llamado posteriormente el «Schindler cubano» Fue condecorado por numerosos países.
Posteriormente fue expulsado de la carrera diplomática porque se negó a representar a la Cuba de Fidel Castro tras los fusilamientos que siguieron a su llegada al poder.
Dedicó el resto de su vida a pintar.
En el Centro Cultural del Conde Duque, en Madrid, en 1992, con motivo del Quinto Centenario, hubo una exposición antológica suya «Ramón Estalella y su tiempo» bajo el epígrafe «Hombres de ida y vuelta».
Todavía estoy reconstruyendo su biografía y quería compartirla en este blog, porque las historias de hombres buenos, siempre es justo divulgarlas. Yo conocía a Ángel Sanz Briz, a Wallenberg… pero nunca había sabido de esta historia. Y porque sería otra apasionante historia que las paredes y los jardines del Palacio de la Huerta nos podrían contar, ay, si aún existieran…
Gracias Maite por compartir esta pequeña gran historia. Desde luego el palacio de La Huerta tuvo una existencia extraordinaria, de principio a fin, y puedo imaginar en tu relato el contraste del lujoso interior en medio de un tiempo de penurias y miedo.
Muy Sra.mia:
Ha llegado a mis manos enviado por un amigo, esta publicación del 13 de Feb. 2014, en la que ud comenta que ojala » algún descendiente directo de los protagonistas tropiece con estas páginas y nos cuente más detalles». El protagonista de esta historia es Ramón Estalella Pujolá. Mi padre.
Con dos años de retraso, me pongo a su disposición para facilitarle la información que poseo sobre dicho Palacio y sobre la vida de el.
Agradeciendole el comentario, atentamente le saluda.
Ramón Estalella Manso de Zúñiga
También he tardado yo en la respuesta, Sr. Estalella, y me disculpo de antemano. Espero que se haya «aficionado» a este blog y le llegue mi nota.
En realidad, no hay algo específico que quisiera saber. Sólo sus recuerdos -si los tiene- o los que le hubiera transmitido su padre. Respecto al Palacio de La Huerta y/o su peripecia vital. Sé que -como muchos otros pisos o edificios- fue declarado territorio cubano y dió asilo a muchos perseguidos.
Yo he podido conocer bastante sobre su padre y los hechos históricos. Hay mucha información publicada y -por ejemplo- el documentadísimo libro de Moral Roncal narra minuciosamente la azarosa vida diplomática durante los tristes tiempos de nuestra guerra civil y no menos difícil posguerra. Admiro la labor que hizo (él y otros diplomáticos) y me emociono con los testimonios recogidos de personas de ideologías diferentes cuya vida se pudo salvar gracias a su buen hacer. Es muy interesante el libro de autógrafos que conserva la Fundación, y que supongo que es un tesoro para sus descendientes. Sería apasionante, seguro, una conversación con usted. Pero, a falta de ello, me gustaría que compartiese con nosotros algunas de las impresiones que su padre -supongo que años más tarde- le contó de aquel tiempo, si lo hizo.
Un saludo muy cordial
Gracias Maite.
Suscribo calurosamente la recomendación del Museo Cerralbo, uno de los más interesantes y desconocidos de Madrid. Reabierto recientemente tras una profundísima restauración, es un absoluto recreo para los sentidos. Y dado que -como dice Martín- el Marqués era coleccionista, además, y con una nada vulgar historia personal, el contenido del Museo no puede ser más variopinto. Y en esta ocasión no nos pasará como con la Marquesa de Argüelles, cuya imagen nos ha costado encontrar. No nos quedaremos con la curiosidad de saber cómo era el Marqués porque veremos un magnífico retrato suyo al óleo pintado por el injustamente olvidado José Soriano Fort, autor también -junto con Máximo Juderías- de la decoración mural y los techos de varios salones. Y luego una paradita para descansar en un recoleto y agradable jardín interior. Reservad tiempo. Merece la pena.
Y mientras llegan los días de la escapada a Madrid, internet tiene información muy completa sobre el Museo. No llevo comisión; es que es un museo que me chifla. ¿Se nota?
Gracias Maite, apenas se nota, la verdad.
Yo quería también recomendar el Museo Romántico,es una recreación de una casa señorial de la época Isabelina,es muy bonito.También he oído que Se puede visitar el Palacio de Liria de la Duquesa de Alba llamando por teléfono organizan grupos para visitas guiadas,saludos a todos.
Ignacio, pues con lo tuyo más lo de Oscar y Martín, ya tenemos para un día muy interesante en Madrid. Gracias.
Una pena que no se respetara el edificio, podrían haber escogido otro sitio para la embajada. No me imagino transitar por esas estancias y tropezar con un jarrón.., la verdad es que es un lujo lo mires por dónde lo mires. Saludos.
Lo de la embajada forma parte de las ironías de la Historia…
Me uno a la recomendación de Óscar. El Museo Cerralbo ofrece los interiores intactos de la casa de un marqués del S.XIX, que además de cultísimo era coleccionista. Sus interiores son, desde luego, de este nivel. Y si aún quedan ganas de lujo de esta época podéis ir al Lázaro Galdiano.
Gracias Martín.
Según iba pasando de una foto a otra, no dejaba de pensar en dos palabras «lujo oriental»…viendo como hemos visto como vivía la Marquesa de Argüelles en Asturias, era de imaginar que en Madrid el nivel de vida, lógicamente, sería llevado a la máxima potencia…y no defraudan estas imágenes que tanto agradecemos al actual Marqués. Paradójico y asombroso el final del Palacio. Lamentable el final de Doña Amalia…
Lena, desde luego que el resultado es barroco, lujoso hasta el extremo, y por lo que cuenta Ignacio, con piezas únicas de escultura y pintura.
Sólo tengo una palabra……. ¡IM-PRE-SI-O-NAN-TE!. Muchas Gracias al actual Marques de Argüelles por haber compartido estas fotos tan evocadoras. Por supuesto que nos encantaría ver «alguna de esas fotos» de las visitas de Alfonso XIII a Asturias. Supongo que lo conocereis pero si no es así os recomiendo una visita al Palacio del Marques de Cerralbo en Madrid (actualmente MUSEO) es como estar viendo estas fotos pero en colores. Un saludo.
Oscar, yo voy a intentar lo de las fotos de Ribadesella que pueda tener Ignacio, merece la pena. Gracias por la recomendación del palacio de Madrid.
Como dice David… yo también me quedo sin palabras. Además, justo hace un par de días descubrí en un «Oriente de Asturias» antiguo un par de fotos de la entrada del palacete, y pensé en enviártelas en cuanto tuviera un momento. Ahora veo este despliegue y me quedo asombrado. Me pica la curiosidad… ¿Qué pasó con los muebles, las lámparas…? No sé si el actual Marqués podrá aclarar algo. Es una gran paradoja lo de la actual embajada estadounidense en ese mismo lugar. Y siento mucho lo que le ocurrió a la hija de la Marquesa, como tantas otras esta familia también fue tocada por la tragedia. Ya lo decía Manrique… Omnia mors aequat. ¡Gracias!
Martín, la familia tenía muchas propiedades y probablemente se repartieron por varias casas. Cuando fotografié el palacio de La Espriella, en Villahormes (Llanes), me contaron que había bastantes muebles provenientes de La Huerta. Ignacio, actual marqués, comentó que conserva también algunas cosas.
Hola , como dice David qué maravilla de Palacio y que pena que haya desaparecido,porque de haberse mantenido en pie hoy podría ser un magnífico museo para el disfrute de todos,hemos tenido mucha suerte con la aportación que nos ha ofrecido este descendiente de la Marquesa de Argüelles,que lujo de fotos,todo es precioso,los salones,el comedor,las arañas de cristal,en fin,me encanta todo,muchas gracias a Ignacio por su amabilidad y así poder ver cómo era la vida dentro del Palacio.Un saludo a todos.
Gracias Ignacio, está claro que la marquesa permitió que se fotografiara su casa en distintas ocasiones, a tenor de los documentos que van surgiendo. Estoy ahora «barriendo para casa», quiero decir que es importante dejar testimonio de cómo eran las cosas en un momento de la historia.
Se queda uno sin palabras cuando aparecen descendientes de estas personas que despiertan un gran interés en nosotros y mucho más cuando se trata de la Marquesa. La Huerta (gracias que nos aclara el nombre correcto, porque he leído Las Huerta, La Huertona…) debe de ser el palacio más fotografiado del momento, más que el Palacio Real incluso…. Estas fotos ya no nos dejan lugar a duda de que fue una vivienda de los más lujosa y lamentar profundamente su desaparición. Un dato sorprendente es la triste suerte de la hija de la marquesa, nunca piensa uno que gente de tan noble cuna tuviesea el mismo destino que una simple mujer de escaso recursos. Un saludo!
David, ha sido toda una casualidad que el actual marqués de Argüelles encontrara este blog y se pusiera en contacto. Las fotos dejan muy a las claras el esplendor de la casa de Madrid, y sólo siento que llegamos tarde para ver cómo eran por dentro sus casas de Ribadesella y Llanes.