LA LUZ DE SELGAS
Por suerte o por desgracia no cabe todo en un libro.
Cuando el pasado año publicamos La Quinta de Selgas en Asturias, había tanto material que se quedaron cosas en el tintero.
Una de ellas, ejemplo del mundo perfecto creado por los hermanos Selgas en su Quinta, fue esta pequeña central eléctrica.
Situada en una caseta junto al muro de la entrada oeste, era la encargada de suministrar luz al palacete.
Hay que recordar que el edificio principal es de la década de 1890.
Por comparación, la energía eléctrica no llego a algunos lugares de Asturias hasta la década de los setenta del siglo XX.
No entiendo nada de estos temas, pero hay que reconocer que son unos aparatos muy hermosos, recuerdan en algo a las viejas películas de ciencia ficción, con sus paneles repletos de contadores, manivelas e interruptores, adelantándose a un mundo que aun estaba por llegar.
La fortuna de los Selgas les permitió estar a la última de las innovaciones tecnológicas de su tiempo, y convertirse en grandes coleccionistas de arte y amantes de la naturaleza.
Todas esas inquietudes, además de su preocupación por la enseñanza, las volcaron en la Quinta de Selgas, en Cudillero.
Una vez más este año tienes la oportunidad de visitarla. La Quinta abre sus puertas la última semana de Junio.
Es un asombro pasear por los jardines y entrar en las diferentes estancias del palacete. No tiene desperdicio.
Te dejo el enlace de la Fundación Selgas Fagalde con fechas, horarios y precios.
La pequeña central iluminaba coquetos rincones como éste del salón de baile.
Si no puedes visitarlo y te apetece ver todo lo que hay, aquí tienes el libro.
Ha sido un privilegio poder hacerlo y reunir en él tanta belleza.
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