AVENIDA DE LAS VANIDADES
La Avenida de Selgas en El Pito, Cudillero, es una pequeña feria de las vanidades.
De extremo a extremo se suceden casonas y chalés de diferentes épocas, muchas de ellas indianas.
Cada rey necesita su corte, y es muy probable que ninguna de estas casas estaría aquí de no ser por la influencia que ejerció la ampliación -a partir de 1880- de la Quinta de Selgas.
El Pito es una recta de más de un kilómetro que te propongo recorrer a pie -por aquí pasa el Camino de Santiago- descubriendo sus diferentes construcciones.
Me pongo en un extremo, en la rotonda, para iniciar el recorrido.
La primera que destaca es la casa montañesa de la que ya hablamos aquí.
También hay algunas casonas sencillas que fueron reformadas para ponerse a tono con el vecindario, añadiendo miradores y galerías.
Antes de llegar a la gran escuela patrocinada por la familia Selgas, hay un coqueto parque público muy poco visitado en el que siempre me gusta detenerme.
La siguiente casa se la conoce como El Rosal y la construyó el cantero que levantó para los Selgas la Iglesia y la Casa Rectoral.
Tiene unos miradores hacia el parque.
Muy pronto comienza el alto muro de la Quinta que presagia algo importante.
Leones y ángeles, el poder y la gloria, se alzan a ambos lados de la carretera.
Los primeros custodian la residencia de los hermanos Selgas, y los segundos abren el camino que conduce a la Iglesia de Jesús Nazareno.
Aparece poco después una pequeña colonia de casas, casi todas indianas, y de una factura similar.
Construidas en la primera década del siglo XX, destaco estas dos. Una convertida en hotel y la otra a la venta desde hace mucho tiempo.
Una verja nos abre la vista al jardín de la casa de Ramón Fierro que vimos hace poco.
La última construcción, antes de que la carretera se precipite bruscamente hacia el puerto de Cudillero, es la Casona de la Paca.
Construida casi a la vez que el palacete de los Selgas, es hoy en día un hotel.
Hay más construcciones interesantes en este rincón de Asturias tan singular.
¡¡ Maravilloso y completísimo recorrido !!
….y preciosas fotografías 😍
Gracias Nicolás, quedan por ver -como sabes- otras casas y construcciones de mucho interés, pero no cabía todo!
Puedes creer Alejandro que toda mi vida veraneando en Somao y no conozco El Palacio Selgas,imperdonable,como suele pasar en la vida lo vas dejando año tras año y al final nada,aunque lo he visto en internet,pero claro,no es lo mismo,bueno ya iré 😂😂😂😂😂😂😂,y el resto de las casas pues una maravilla la verdad,las convertidas en hoteles ha sido su salvación y el resto pues a saber qué pasará con ellas.
Como anécdota te cuento que mi padre solía comentarme que los hermanos Selgas querían comprar la sillería del salón principal de La Casona ,la que tú sacaste en la portada de tu libro,pero parece ser que mis bisabuelos no quisieron venderla,a mi padre se lo contó su abuela y por tanto vamos a creer la historia.
Ignacio, me gusta mucho esa anécdota. El mobiliario del salón de La Casona encajaría perfectamente en la estética del palacete de los Selgas. Si no te animas a visitar la Quinta, pronto podrás verla aquí.
Qué bien me sentí después de dar un lento y hermoso paseo por la Avenida de Selgas, sin moverme de casa. Gracias Alejandro.
Gracias Lidia, el plato fuerte es la Quinta de Selgas, pero eso queda pendiente para otro momento.