CALAS EN EL CAMINO
Regresé a casa por el camino largo, evitando la autovía.
Desde el Puente La Vidre no volví a sacar la cámara en todo el día, solo apuntes para Arquitecturas Olvidadas.
Al entrar en Berbes, concejo de Ribadesella, las calas crecían con ganas hasta invadir ambos lados de la carretera. En esta época del año, salen por todas las esquinas.
Reduciendo la marcha iba viendo carteles de «se vende» en todas las casas de indianos del pueblo.
Paré el coche y desanduve el camino con mi cámara y cierta incredulidad. Sólo falta que no se vuelvan a abrir las casas de veraneo para que los pueblos de Asturias terminen por desaparecer.
Recordaba Villa Suero (1920) porque antiguamente había sido hotel. Una casa de indianos con buen porte y ganas de gustar.
La más llamativa -unos metros más allá- es sin duda Villa Teresa, también de los años 20 y con proyecto del arquitecto Miguel García-Lomas.
Villa Teresa -esbelta y sola entre dos palmeras trasquiladas- parece reivindicar su papel protagonista en este drama de casas vacías.
Junto a ellas hay otras de menor porte luciendo sus modestos encantos, y un comercio con vivienda cuyo letrero está ya borrado.
Casi a la salida del pueblo -escondida en la ladera- está la casa de la familia Margolles Rey, de 1948. (datos tomados del blog de Roberto).
Apartado de la vía principal, me perdí en el pueblo de siempre -empinado- entre callejuelas desordenadas y casas modestas. Las villas indianas parecen desde aquí un mundo lejano, un abismo de sueños y dinero.
Recogí cinco calas y me fui contando mentalmente casas de indianos en venta, como quien cuenta ovejitas para dormirse.
Manuel Suero Prieto fue declarado prófugo en el reemplazo de 1904 sus padres eran Bonifacio y Segunda.
Silverio Prieto Álvarez fue concejal del Ayuntamiento de Ribadesella, solía vivir en Gijón, alli tenía una propiedad en la calle Cabrales, 38 y un coche Packard sedan. A su hermano Manuel se le autoriza para instalar en su casa agua del acueducto de la Ordieria, abonando el consumo por contador.
Benito Margolles Rey, en 1933 fue citado por el juez militar para presentarse a filas, tenía 21 años, pero no estaba en España. Su abuela era Casemira Pendás Viña y su tío Manuel Margolles Pendás se fue a Cuba.
Gracias José, no olvidemos que evadir el servicio militar en aquella época era una razón para emigrar tan poderosa como la económica.
El Manuel Suero Prietoal quien SE refiere en él comentario no tiene nada qué ver con Manuel Prieto Alvarez, mi Tio abuelo, hermano de Silverio.