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Publicado por Alejandro Braña | 15 May, 2016 | Arquitecturas Olvidadas | 14
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Es maravilloso ver y «oír» lo que nos dicen estos restos, que podrían ya considerarse como un tipo de arqueología.
Isabel, cuando estás allí delante hay algo de eso que comentas. Te quedas en silencio y parece que pudieras intuir lo que ha sido muchos años atrás.
Muchas gracias, Alejandro, por compartir tus hallazgos. ¡Es una belleza!, aunque es lamentable el terrible estado en que se encuentra.
Has conseguido con tus fotografías darle una calidez increíble a esos muros, calidez que te hace sentir la sensación de que a pesar de los años de abandono aún no hace tanto que había vida en ella y que en esa pequeña y encantadora capilla no hace demasiado tiempo la castellana desgranaba sus rezos y contaba sus cuitas a su san Antonio y asistía con su familia a la misa dominical que oficiaba su capellán…
Por favor, no dejes de recoger con tu cámara las bellezas de piedra que un día fueron y ahora ya casi no son, pues quizás sea la única forma de que perduren.
Gracias de nuevo.
Ana, una alegría leerte de nuevo. Sobre esta serie de Arquitecturas Olvidadas, estoy en ello. Lo hago con calma, cuanto más destrozo más ganas tengo de ponerle cariño al lugar haciendo las fotos. Y a esas pinturas, ahora desprotegidas al aire libre, quería devolverles su esplendor. Un saludo y gracias a ti.
Realmente duele ver como se está perdiendo tantísimo patrimonio a lo largo y a lo ancho de toda Asturias.
Lamentablemente tiene difícil solución, porque mantener todo este tipo de construcciones supone mucho dinero y no a todos interesa este tipo de inversiones.
Primero, no hay conciencia de estar perdiendo algo importante y en segundo lugar creo que no ven que se trate de una inversión que rinda dinero, así que poco a poco se va dejando morir…No sé si es un problema de sensibilización o de tipo económico (quizás ambas cosas) pero lo que si sé es, que en cuanto todas estas joyas llenas de historia se pierdan, será irreversible y entonces ya no valdrá lamentarse.
Alejandro, esa capilla es realmente preciosa, o al menos eso es lo que transmites con tu fotografía. Otro enclave que queda pendiente para visitar y descubrir. ¡Anotado queda!
Lena, me temo que nos quedaremos en la lamentación. En cuanto a la capilla, en el fondo deseaba que alguien escribiera que le gustaba la capilla. A mi me encanta y puse todo mi empeño en darle vida con la luz para apreciar los detalles.
Hola Alejandro,
gracias por rescatar del olvido esta construcción, ya que, además del gran trabajo de divulgación que estás haciendo sobre monumentos que, como este tristemente se están viniendo abajo, has rescatado también de mi memoria las visitas que, de niño, hacía con mi abuelo Pedro Sarmiento a esta casa, el «palaciu de Labra» como el lo denominaba. Recuerdo que solía también acompañarnos otro indiano de Cangas, José González Soto, que había hecho fortuna en México y sufragó los gastos de la construcción de la nueva iglesia de Cangas de Onís. Yo tendría entonces muy pocos años, 2 ó 3, y en aquella época el camino no era fácil para un crío y parte del mismo me tenía que llevar «al costín» un propio que también nos acompañaba. En aquél tiempo el palacio estaba habitado y mi abuelo había tenido una relación de amistad a principios del siglo pasado con unos de sus propietarios, Sebastián creo que se llamaba, y guardo alguna correspondencia entre los dos en la que compartían una de sus aficiones – la arqueología-. De nuevo, muchas gracias por tu magnífico reportaje y enhorabuena por tu trabajo.
Gracias Guillermo por compartir esos recuerdos. Yo subí a Corao-Castillo hace dos años por primera vez, me llevó el propietario de un palacio cercano que había estado fotografiando. Fue una sorpresa ver tantas casas nobles en un pueblo tan pequeño. Desgraciadamente algunas están ya en un estado muy precario. Un saludo.
Una pena que todo este patrimonio no se proteja y acabe desapareciendo. La adversa climatología, los vándalos, el paso del tiempo… Sé que cuesta mucho dinero, pero también que hay mucho dinero mal empleado.
Una lástima como digo que no ya los poderes públicos, sino la iniciativa privada no rescaten estos tesoros. Mientras haya gente que los retrate y los de a conocer, quizás haya una brizna de esperanza para que no se vengan definitivamente abajo.
Gracias.
Los vándalos son un problema serio. El intento de llevarse la columna de piedra es prueba de que no se detienen ante nada. Un saludo Paloma.
Alejandro, desconocía el lugar, aunque supongo que habrá muchos en estados tan lamentables en Asturias.
Alberto, el lugar merece la pena, por las vistas y las casas de esta época. Desgraciadamente sí hay mucha arquitectura abandonada, una parte de ella merecería mejor suerte.
Alejandro, cada vez que leo algo de tus descubrimientos, me entra una tremenda frustración por pensar en la cantidad de esfuerzo, vivencias, ilusiones que pusieron los propietarios de esas maravillosas fincas, y la desidia de la sociedad actual por dejarlas abandonarse. Al menos, nos quedarán tus preciosas fotos y relatos. Gracias por estar ahí.
Gracias Eva, siento esa frustración con las casas de indianos. De alguna manera me alivia pensar que los que las construyeron ya no puedan verlas en estado tan lamentable.