MEMORIA DE UN TIEMPO CON PAULA
A veces la personalidad de una casa es capaz de marcar un tiempo de nuestras vidas.
Pasan los años pero su recuerdo araña la piel como un gato juguetón.
Paula pasó muchos veranos en esta casa de indianos del concejo de Navia, y ha sido tan amable de compartir sus recuerdos y sus fotos con nosotros.
Cuenta Paula: Toda la casa estaba rodeada por un seto de boj, al igual que el pequeño jardín de enfrente de la fachada principal en donde salgo yo, si te fijas detrás hay unos setos también de boj, todo eso ya no existe, una pena, pero jamás olvidaré el aroma del boj sobre todo en las mañanas cuando el rocío humedecía sus pequeñas hojitas.
CASA DE MANUEL LUIÑA PÉREZ VILLAMIL
La que sigue es la única foto que tengo de la casa, escondida tras los árboles.
Está situada en la carretera que une Puerto de Vega con Villapedre.
Se construyó hacia 1910, en la misma época que Villa Rosario que se encuentra a menos de un kilómetro y con la que guarda gran parecido.
Seguramente ambas compartieron el mismo maestro de obras.
EL INTERIOR DE LA CASA DE INDIANOS
Los recuerdos que conservo de mi estancia en esa casa durante tantos años ha dejado una gran impronta en mí y todo lo relacionado con las casas antiguas y la forma de vivir en siglos pasados, sobre todo del XIX, me fascina.
La foto del escritorio es en el mirador y recuerdo que la sala en donde se ven las cuatro sillas tapizadas en terciopelo aguamarina estaba en desuso por aquel entonces, imagino que por el estado de las paredes, era la sala más descuidada al igual que la capilla en donde aparecemos mi hermana y yo.
Una de las salas que más nos gustaba a los niños era el despacho, pues tenía una caja fuerte al lado del armario y varios mapas colgados que nos hacía soñar con historias fantásticas… l
Después de la venta de la casa Paula no pudo volver a ella. Solo quedó un carrete de 12 fotos para apoyar la memoria de aquel tiempo.
Isidro Luiña Pérez, natural de Villar, parroquia de Villapedre, nacido hacía el año 1865, emigró a Buenos Aires, Argentina, otro Luiña pero de la parroquia de Navia, de la misma edad se fue a México.
José, el nombre que aporta Paula es el de Manuel Luiña Pérez Villamil que no sé si era hermano de Isidro. En la zona la casa se la conoce por otro nombre que no recuerdo ahora mismo. Gracias
Bonita casa,también por dentro,se repiten mucho en este tipo de Casonas los muebles y las pinturas de las paredes,esas formas geométricas imagino que las harían con plantillas supongo,no me imagino al pintor dibujando la misma estrella o rombo en una pared entera o en las galerías acristaladas,menudo trabajo tendrían entonces.
Y los muebles imagino los comprarían en casas especializadas ,es que veo el mismo estilo en muchas casas,o quizás los mandaban hacer,no sé.Creo Alejandro que no has tenido la oportunidad de entrar en esta Casona,por ver cómo está lo digo.
Nunca estuve dentro, de hecho casi no llego a fotografiar la casa porque esta muy tapada por los árboles y casi no se aprecia. Las pinturas sí que me resultan familiares y las he visto en otras casas de la zona, seguramente realizadas por la misma persona.
Preciosos recuerdos. El poder evocador de los objetos (esos compañeros de viaje que nunca traicionan, que diría Mujica Lainez) es enorme. No sé si la desaparición del boj fue intencionada (la topiaria es costosa de mantener) o fruto de una plaga de orugas que los está destrozando, en todo caso una pena. La casa parece muy interesante. ¡Gracias!
Paula me ha dicho que cree que la casa se conserva bastante bien por dentro y que han sido muy respetuosos con el original y su restauración.