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Estoy interesado en esta casa desde hace tiempo pero no consigo dar con alguien que responda.
Me gustaría rehabilitarla. Se esta deteriorando a pasos agigantados.
Si alguien tiene datos ruego me los comuniquen al correo indicado.
Gracias
Menos mal que contamos con el testimonio de tus fotografías.
Ojalá que el nuevo propietario -que esperemos llegue pronto- sepa respetar esos interiores. Parece que las pinturas de paredes y techos se mantienen bastante bien!!
Van pasando los años, esperemos que llegue pronto.
Triste destino esta casona ,Villa Isabel,a saber cómo estará ahora ,puede que los dueños se repartieran los muebles o quizás la vendan con todos los enseres,me he fijado en el comedor,debía ser algo muy típico en aquella época y en la misma zona de Asturias,lo digo porque las sillas y la mesa son iguales a las que hay en La Casona(Somao,Pravia).
Esperemos que el futuro comprador ,si es que algún día llega,le dé un buen uso a la casa,ya sea como vivienda particular o como hotel rural,que por lo general es el destino final de estas casonas.
Creo que, al menos por el momento, los interiores se conservan, pero tantos años cerrada no ayuda. Necesita un nuevo propietario.
Dionisio pidio en 1918, realizar una presa sobre el río Ferrería de 11,44 m. y aprovechamiento de 250 l. por segundo, con destino a usos industriales y alumbrado público.
Y quedan los restos de la pequeña Central Eléctrica a un kilómetro de la casa.
Ver al indiano posando en estas fotografías con su familia, me produce una sensación agridulce. Eran tiempos felices, y disfrutaban de lo ganado con mucho sacrificio, ajenos,a lo que con el paso del tiempo ocurriría con esa hermosa casa. Ojalá que no caiga en el olvido,como ha ocurrido con otras muchas, y termine siendo una ruina. De momento tiene muy buena pinta,a juzgar por las fotografias.
Recuerdo, que el salón de esta casa, y cinco más,formó parte de una de las primeras entradas que pusiste al comenzar esta andadura, que pronto va a cumplir su primer lustro.
Bonita y nostálgica entrada Alejandro.
Comparto esa sensación agridulce Mª Luisa. La verdad es que desconozco cómo está el interior en este momento. Las fotos del exterior son muy recientes (de este verano) pero las del interior las tomé cuando la casa todavía estaba habitada. Poco después se fueron, Villa Isabel se puso a la venta y hasta hoy. Las casas cerradas tienen siempre peor vida pero esperemos que venga alguien con ganas de hacerla suya. Tiene elementos y decoraciones verdaderamente singulares.
Ojala aparezca alguien con posibles y ganas de invertir en la rehabilitación de esta y otras mansiónes indianas, aunque atravesamos malos tiempos.
Mantengamos la esperanza, que es lo último que se pierde.
Tiene en contra que La Ferrería es un lugar poco conocido.
En noviembre de 1921 Dionisio Fernández Castro, inaguraba su teatro salón «Clarín», era teatro, cine, y baile. Fue invitado a la inaguración y asistió Rafael Altamira, que disfrutaba de su casa en San Esteban de Pravía, que había hecho el indiano marqués de Muros. Se inaguró con la obra de teatro «La Praviana», y también «El médico a palos». Vivió en el palacio de la Magdalena de Soto del Barco. Donó un para que hacer el campo de fútbol «El Nalón», en Soto del Barco donde jugó el equipo Nalón F. C.
José también fue diputado provincial.
Un Fernández Castro de esta familia llamado Ramón fue concejal en Gijón.
Incluso en el jardín de La Ferrería se celebraba un baile nocturno cuando las fiestas de San Lorenzo en La Corrada.
Eduardo Fernández y García Castro, se compró un Panhard en París en 1911, cuando volvía de La Habana, tras pasar por Nueva York, Alemania.
Parece ser que el apellido era Fernández y García Castro
José, muchas gracias por la información adicional. Se me olvidó mencionar que el Teatro Clarín sigue existiendo y es ahora la Casa de Cultura de Soto del Barco. También pretendía enlazar con la entrada anterior sobre el Palacio de La Magdalena como parte de la historia de la familia.
Foto del Clarín: https://asturiaspordescubrir.com/wp-content/uploads/2015/10/AFB3959.jpg
Ha esta familia, la construcción del ferrocarril Gijón – Ferrol (el estratégico) les expropio varias fincas haya por el año 1923, entre ellos un pomar llamado el palacio. Dionisio fue diputado provincial. Eduardo tenía una casa en la Ferreria que ponía en alquiler por 600 pesetas anuales.
José, me gustaría dar un paseo fotográfico por La Ferrería en este blog. Muchas cosas recuerdan a esta familia y, por lo que conozco, tuvieron innumerables propiedades en el concejo de Soto del Barco y varios negocios, entre ellos el cine.