LA ÉLITE DE LOS CARPINTEROS
La primera vez que me quedé asombrado por la calidad y finura de un trabajo en madera fue fotografiando este corredor en el Palacio de San Román (siglo XVI-XVII), concejo de Peñamellera Baja.
Seguramente esta élite de carpinteros que desarrollaron su oficio entre los siglos XVI-XVIII trabajaban en cuadrillas, al igual que en otros gremios, y se desplazaban incluso a grandes distancias -para la época- allí donde hubiera una obra que realizar.
En el Oriente de Asturias hay muchos ejemplos de su buen hacer. En las cercanías de Corao (Cangas de Onís) está la Casona de Noriega, con una de sus fachadas sobre corredores de madera.
Cerca de allí es fácil encontrarse con muchas filigranas como ésta: la esquina del corredor en la Casa de La Conquista.
Otro detalle en la Casa de Soto-Labra.
Muy cerca de allí otra casa silenciosa atrapada en la maleza. Sobre el dintél, la fecha de 1793.
En casas más modestas y hórreos no podía faltar el sello del artesano carpintero.
No te lo puedo asegurar al 100% porque solo tengo el referente de una señora del pueblo a la que nos acercamos para preguntarle como se podía acceder a él y la verdad es que se la veía bastante molesta, aunque quien sabe, igual fuimos a dirigirnos a la enemiga declarada desde hace años de la dueña del palacio y no era muy objetiva e imparcial la buena señora…
Nos dirigimos al Ayuntamiento para ver si se podía hacer algo, pero la mala suerte nos acompañaba, era la hora de comer y no había nadie para intentar poner en práctica nuestras dotes de persuasión 😉
Así que al final, hicimos unas fotos desde lejos y caminamos rodeando el palacio desde la carretera para ver algo más, porque nos pareció muy curioso.
Una vez allí, nos dimos cuenta de que era uno de los palacios que tu nos habías mostrado (y una de mis fotos preferidas tuyas, dicho sea de paso).
Lena, a mi también me gusta mucho esa foto del palacio con el camino. La propietaria vive en Madrid pero en verano suele estar bastante a menudo y tiene una señora del pueblo que se lo cuida todo el año. Suerte la próxima vez.
Cierto, una entrada muy bonita…
Parece mentira, como ya habéis dicho, que la madera de tan buen resultado y aguante tan bien las condiciones climatológicas de esta tierra y de forma tan asombrosa…
Pude apreciar en vivo (aunque en la distancia) el Palacio de San Román no hace mucho y es verdad que resulta curiosa esa forma de construcción. El conjunto es precioso, como un pueblito o aldea en miniatura (son varias construcciones en torno al palacio más la capilla y un portón con un camino que da acceso que es una auténtica maravilla, como dejó bien patente en sus fotos Alejandro en este blog hace tiempo).
¿Sabiais que la dueña está obligada a enseñar al público su Palacio y parece ser que se está negando a hacerlo?
La gente del pueblo así se lo recrimina y verdaderamente, si se ha contado con fondos públicos para su mantenimiento o rehabilitación, obligado es que podamos «disfrutar», los humildes de a pie, al menos de alguna que otra visita ciertos días al año…
Lena, recuerdo que mi «negociación» con la propietaria para hacer las fotos fue difícil, así que no me extraña. Hay unos cuantos palacios que tienen ese deber de mostrarlo unas cuantas veces al año (a cambio de ayudas públicas) y no sabía que el Palacio de San Román era uno de ellos.
Que artesanos habia entonces Alejandro. Hacian filigranas sobre la madera con el instrumental que tenian, utilizando sus manos primorosas y la imaginación. Desgraciadamente, todo esto se ha perdido; no sé, si en aras del progreso y la modernidad, o simplemente de la comodidad.
Preciosa entrada.
Mª Luisa, la desaparición de estos oficios y saberes plantea a menudo un problema a los propietarios cuando tienen que restaurar, ya no encuentran quién lo sepa hacer con garantías.
Excelentes trabajos , no siempre valorados como se debiera .. Me resulta curiosa la forma del corredor del palacio..
Ramón, a mi también. Supongo que tiene que ver con la forma en que se construyeron los palacios, poco a poco y con repentinas ampliaciones a lo largo de siglos, cuando la familia, el dinero u otras circunstancias favorables lo permitía. A veces había que adaptarse a lo anterior de manera ingeniosa o extraña. En este caso, el corredor hace de nexo de unión entre el palacio y un acceso privado a la capilla sin tener que salir de la casa. Así resultó ese arco y la forma peculiar del conjunto.
La madera es un material fantástico, hay multitud de ejemplos de buenas tallas en todo tipo de elementos desde exteriores hasta interiores y curiosamente, pese a lo que la gente cree, duradera y en unas condiciones fantásticas. El corredor del palacio de San Román es una obra de arte. Por grande que fuese la cuadrilla no quiero pensar en el tiempo que les llevó tallarlo y lo pronto que podría desaparecer en manos de alguien que no lo valorase…
David, a diferencia de otros países -de climas mucho más extremos que el nuestro- aquí la madera no tiene muchas veces buena prensa, como si fuera incompatible con la lluvia y demás. Sin embargo, ahí están muchos buenos ejemplos. Desde luego que hay maderas y maderas, y que probablemente ya no queden artesanos que puedan trabajar de esta manera.