AIRES DE FRONTERA
San Esteban de Pravia fue una villa que creció de repente, empujada por el viento inesperado de la prosperidad.
Me recuerda a esos pueblos de la frontera que salen en las películas del Oeste. Llegan gentes de todas partes, ansiosas de fortuna.
El dinero se mueve más rápido que la autoridad, esquivando las leyes en beneficio de un progreso que parece ilimitado.
En San Esteban esa llamada del oro fue el carbón, las ingentes cantidades extraídas de las minas del interior de Asturias y que necesitaban una salida urgente a través de este puerto, especialmente durante la primera guerra mundial.
De aquel momento de gloria -tan efímero- quedan las muestras arquitectónicas de la precipitación, una mezcla -para mi atractiva- de recuerdos industriales, casas de todo gusto, estilo y condición, y espacios que parecen inacabados.
En la última entrada que hice sobre San Esteban –centrada en el paisaje y en la Casa (de indianos) Altamira, prometía un recorrido sin rumbo por sus calles.
Aquí está, ha quedado tal cual es: inconexo, diverso, a ratos raro y a ratos tierno, subiendo y bajando por calles sin terminar.
También yo pensaba en la gastronomía, tras ver las fotos y conocer la historia del pueblo. Esa tasca marinera que aparece en una de ellas tiene muy buena pinta, desde luego. Y completar la tarde visitando esas grúas de la zona portuaria.
Tienes donde escoger (para comer bien) y si además te gusta el patrimonio industrial, la visita es perfecta, con Somao a dos pasos.
He de confesar que, he estado tan solo dos veces en San Esteban de Pravia, hace ya bastantes años, y me recuerda a esos pueblines marineros y portuarios, de algun pais de America del Sur. con sus casas multiclor y sus balconadas de madera.
A ver si este verano, me doy una vuelta por toda esa zona, incluyendo San Juan de la Arena, del que tengo muchos recuerdos de infancia. A juzgar por las fotografias, dá la sensacion de dejadez y abandono del patrimonuio inmobiliario. Una pena.
¿Tiene el puerto algún tipo de actividad? La última vez que estuve, todavia quedaban bastantes gruas.
El puerto es hoy en día un museo al aire libre. Están -restauradas- las antiguas grúas de carga y también lo que queda de las tolvas y cargaderos de carbón. Menos mal que no lo echaron todo abajo como suele ocurrir con el patrimonio industrial. Queda algo de actividad pesquera y en invierno las lanchas que salen a la angula por la desembocadura del Nalón. Te recomiendo la visita, hay muchos sitios donde comer. Sigue faltando ese puente peatonal para cruzar a San Juan de la Arena.
Aquí llegó el carbón de las minas de Turón, pero antes fue participe de la discusión entre Casado y Jovellanos, por la salida de los carbones asturianos de la cuenca del Nalón, que ganó Casado, aunque su proyecto duró muy poco el Nalón no se dejó domar, se trataba de la bajada en barca a través del río Nalón del carbón hasta San Esteban, y subirlas vacías con la ayuda de caballerías por un camino de sirga, pero desde el principio no fue tan ágil ni económico como pensaban y unas riadas destruyeron todas las obras que se habían hecho, mientras Jovellanos proponía un carretera hacía Gijón, lo que posteriormente se conocera como la carretera carbonera, que hará un Andaluz Aguado, que por desgracía moriría el día de la inaguración, y que unos años más tarde daría origen al 4º ferrocarril de aquella España el Ferrocarril de Langreo y nacido con ancho ferroviario internacional, hoy todavía en servicio, Casado será el que determine el establecimiento en Trubia (en aquellos años perteneciente al concejo de Grado) de la Fábrica de Armas.
En San Esteban empezó los negocios el patriarca de la familia Fierros, que después se distribuyó entre América y España.
Hasta hace poco, ya no sé si lo han quitado, había una placa de la Banca Fierro en un edificio del Puerto, en lo que supongo eran antiguamente sus oficinas. Gracias por los datos.