A PIE DE PÁGINA 2
Sensación de Otoño
Esta semana estuve fotografiando -por encargo- una casona en el interior del concejo de Salas que inicia una nueva etapa como hotel (foto desde la ventana).
Casi casi no recordaba estos días típicamente asturianos después de tanto sol y temperaturas altas. Días de neblina, lluvia fina (orbayu), frío y un cielo gris con tintes azulados.
Indianos Catalanes
Martín envió la portada de un libro que acaba de descubrir sobre los indianos catalanes y sus casas.
No manda la referencia bibliográfica, pero la foto de portada promete mucho.
El Comentario
Hay algunas historias en el blog que crecen sin parar, abonadas por vuestras aportaciones.
La Casona de Sestelo y el indiano Ángel Pérez están dando para mucho. La casa, en un enclave precioso del concejo de Castropol, ha pasado por muchas etapas diferentes y distintas personas han aportado testimonios.
El último ha sido Álvaro, con anécdotas sobre la vida del indiano:
Buenas tardes, mira yo fui a clase a Barres a Casa de Angel Pérez, padre del actual alcalde de Castropol, y me contó un día que Angel de Sestelo, el indiano como así se le conocía, en la emigración creo que en Cuba, según iba ahorrando lo iba metiendo en un banco, cuyo banco un día quebró y Angel de Sestelo se quedó sin sus ahorros. Desesperado, se pegó un tiro, pero afortunadamente solo perdió parte de la mandíbula y que, según me contaba, se la habían reconstruido con oro o platino. En el hospital tomó amistad con otro paciente que se encontraba en tratamiento, el cual le recomendó que se fuera a Estados Unidos, que había muchas oportunidades, y le dejó su tarjeta de visita. Cuando a Angel le dieron el alta no se lo pensó dos veces y para allá se marcho.
El nuevo amigo resultó ser uno de los jefes de una fábrica de suministros para automóviles y le dieron un puesto. Tiempo andado, un día Angel escuchó una conversación de sus jefes en la que estaban debatiendo a quién mandarían a remplazar al representante que tenían en Francia, que había quedado vacante, después de escuchar un rato Angel no se lo pensó y entró y pidió que lo enviarán a él. Logró convencerlos y para Francia salió.Le habían dicho que a la Renault no habían podido venderle nunca nada, así que Angel investigó donde entraba a tomar algo o a comer el Jefe de Compras de la Renault, y como un reloj cada vez que aparecía el Jefe de compras, allí estaba Ángel para pagárselo. Así unas cuantas veces hasta que un día el Jefe de compras, ya intrigado, preguntó al camarero quien se lo había pagado, y se acercó a Ángel. Pronto trabaron amistad y Angel fue invitado a visitar la factoría Renault y cuando le estaban explicando lo de los repuestos y donde los compraba, entonces Angel se descubrió y les dijo que el representaba a tal empresa y vendía esos repuestos. Consiguió muy buenos pedidos que le sirvió para afianzarse en el puesto.
Más adelante Angel hizo un viaje a Vegadeo, ya era un hombre rico, y allí se corrió la voz de que decían que venia rico, alguien se lo comento a uno de Vegadeo que tenia un banco, creo que un tal Veiguela o Eulogio, y éste le dijo, «ese es un pobre hombre» Le llegó el comentario a Angel el Indiano, y éste empezó entonces a pedir a los bancos donde tenia dinero que le enviaran pagarés u otros documentos de cobro para hacerlos efectivo en dicha banca de Vegadeo. Allí se presentó Angel con sus pagarés y dicha banca no tenia liquidez para poder hacer frente a los pagos. Angel amenazó con tomar medias y hacerles cerrar por quiebra si no le hacían efectivos los documentos. Dicha banca tuvo que buscar recomendación de amigos de Ángel para que retirase los documentos y así se salvó de la quiebra.
Creo que llegaba a Castropol e iba a la centralita de correos solo a llamar a Madrid para que le dijeran la hora y que también cuando tenia que resolver algún asunto en el Ayuntamiento de Castropol, llegaba a la mesa del funcionario y al sentarse lo primero que hacia era dejar su pistola sobre ella. Debía ser un personaje extraordinario, pero por motivos políticos, ya que tengo entendido que era republicano, cuando estalló la guerra civil se marchó con la familia a Chile, aunque ahora tengo dudas viendo al menos parte de su familia en Argentina.
Este comentario me fue hecho por Ángel Pérez, que era también un represaliado del franquismo, unos meses antes de morirse. Le habían quitado la plaza como maestro de escuela, y se dedicaba a llevar contabilidades de empresas en Vegadeo. Una gran persona, también había sufrido lo suyo.
Esta sección de A pie de página me parece muy interesante, Alejandro. Es muy evocadora la foto que abre este post, parece que pudieras sentir el frescor del otoño y oler la tierra. Me encanta además cuando usas palabras típicamente asturianas, así las aprendo.
De vez en cuando entro en el blog a ver entradas antiguas y hoy he decidido curiosear por aquí.
La verdad es que la historia de este hombre no tiene desperdicio, me llamó muchísimo la atención cuando la leí, hace poco, en la entrada de «La Casona de Sestelo». Que por cierto tiene una historia increíble, esa casa, y son muchas y muy interesantes las aportaciones que sobre ella se han hecho.
María, la Casona de Sestelo tuvo en este blog un gran número de aportaciones interesantísimas. Ojalá comience otra etapa igual de apasionante. Me encantaría que fuera un lugar accesible -hotel o similar- porque tiene algo de magia.
Vaya historia Alejandro; con un comienzo tragico, pero con final feliz.
Siempre se ha dicho que, el que no arriesga, no cruza la mar, y Angel supo arriesgar y ganar, utilizando su cerebro, su intuicion, y sus ganas de trabajar y salir adelante.
Una vida plena sin duda, y productiva. (Fascinante)
Me encanta la fotografia desde la ventana, con ese paisaje otoñal y humedo, que creo que en Asturias, se denomina «invernizu» ¿no?
Un abrazo.
Es una historia de película, de aquellos que están dispuestos a ganar o perder, todo o nada. Hace falta mucho valor y parece que este indiano lo tenía.