
A ESTAS ALTURAS

Fue como un premio acabar aquí arriba, en lo más alto de esta casa de indianos tan peculiar.
El sábado terminé el reportaje de fotos en esta atalaya, dominando la vista de la Ría del Eo como había hecho el indiano muchas veces hace un siglo, cuando subía a ver entrar los barcos que portaban mercancías de sus negocios en América.
En lo alto de Villa Rosita, por encima de su palmera.
¡ALUCINANTE!.¡En esta esfera si que se pueden vivir muchos sueños!.
Al marchar iba imaginando la luz en este lugar a otras horas del día. Debe de ser un espectaculo.